«A certain house in the Buenos Aires neighborhood of Recoleta has a window that is doubly privileged. It overlooks a courtyard garden of the kind known here as a pulmón de manzana * - literally, the lung of a block - which affords it a view of the sky and an expanse of plants, trees and vines that meander along the walls of neighboring houses, marking the passage of the seasons with their colours. In addition, the window shelters the library of my late husband, Jorge Luis Borges. It is a real Library of Babel, full of old books, their endpapers scribbled with notes in his tiny hand.
As afternoon progresses and I look up from my work to gaze out this window, I may be invaded by springtime, or if it’s summer, by the perfume of jasmine or the scent of orange blossom, mingled with the aroma of leather and book paper, which brought Borges such pleasure.
The window has one more surprise. From it, I can see the garden of the house where Borges once lived, and where he wrote one of his best-known short stories, ''The Circular Ruins'' . Precisely in this house which worked like the Ker, the ill-fate daimon for the Greeks, to whom even the Gods must obbey, I can move back and forth between two worlds and sometimes wonder, following Borges, which one is real: the world I see from the window, bathed in afternoon splendour or sunset’s soft glow, with the house that once belonged to Borges in the distance, or the world of the Library of Babel, with its shelves full of books once touched by his hands? »
" En una casa del barrio de la Recoleta, en Buenos Aires, hay una ventana privilegiada por un doble motivo: da a un pulmón de manzana, lo que permite ver el cielo y tener un espacio lleno de plantas, árboles y enredaderas que trepan por las paredes de las casas vecinas y que van marcando, con el cambio de sus colores, el transcurso de las estaciones; el otro motivo es que esa ventana custodia "la biblioteca de Babel", es decir, la mítica biblioteca de Borges, con antiguos libros en cuyas portadillas están las notas tomadas por él, con su diminuta letra de miope.
Mirando por esa ventana, mientras va cayendo la tarde, en medio de mi trabajo me invade en la primavera, en el verano, el perfume de los jazmines y el de los azahares que producen una voluptuosidad increíble, mezclándose con el olor del cuero y del papel de los libros, ese aroma que tanto agradaba a Borges.
Esa ventana ofrece una sorpresa: desde ahí se puede ver el jardín de la casa donde Borges vivió y escribió "Las ruinas circulares". Precisamente por esa casa que obró como el Ker, el azar para los griegos, al que hasta los dioses debían acatar, puedo fluctuar entre dos mundos y a veces preguntarme, al estilo de Borges, cuál es el "real". ¿El que veo desde la ventana bañado por el esplendor del sol o la delicadeza del poniente, con esa casa que fue de Borges, o el de "la biblioteca de Babel", con esos anaqueles repletos de libros que guardan aún la caricia de sus manos...? "
MARÍA KODAMA, in 'Windows of the World' (The Paris Review)
Desenho de Matteo Pericoli
---------------------------
Foi nesta casa de Recoleta (bairro de Buenos Aires) que Borges escreveu o conto "Las ruínas circulares":
- Con alivio, con humillación, con terror, comprendió que él también era una apariencia, que otro estaba soñándolo. -
---------------------------
(*) Espaço verde central de uma zona urbanizada
Sem comentários:
Enviar um comentário